Viene cruzando el tren de fulgurante estela
los rostros encrespados por la muchedumbre
una mujer con su voz de urbe atónita
se descubre el velo para pronunciar el futuro
qué semblanzas de augurios para esta ciudad
de inhóspitas demoras.
Todo aprisiona, miras cómo el vendaval sacude las frondas
pocos son los que habitan esta mirada de cortezas
árboles que arrancan el corazón telúrico del mundo
para volverse nómadas que se trasladan de un planeta a otro.
Una sola voz gira hacia los parajes donde las casas van avanzando
es la mancha minada por las luces que demandan a la noche
la sombra de los transeúntes.
Nada se queda hasta que un albor nos recuerda
un aluvión atravieza como vena de salitre
un canal de aguas negras se estremece en transparencia
porque te encuentras mirando a detalle la hermosura
de un rostro que apenas se descubre.
Es la estación de orillas para los suicidas
para los salarios caídos en garras de los buitres
habremos de cantar la hoguera de los días de la semana
cuando los cansancios se hacen horas
donde la impunidad se desata a costa nuestra.
Las latitudes se hacen causes por donde el tráfico se anega
entradas y salidas, partidas y regresos
las prostitutas mirando páramos de sangre
vientre del cerro incendia códices de aire
los amigos sembrando sueños y esperanzas.
En la orilla del vértigo
trazando horizontes en el signo del viento
una serpiente de oriente a la luna.
Hay un atardecer que se queda dormido.
Hay un anochecer que despierta alumbrado.
COLECTIVO de Artistas Plásticos Independientes de Ecatepec
3 comentarios:
Futa, ¡que horror!
Eduardo, qué bueno que no seas anónimo, espero que me digas algo más acerca del poema, mándame algo tuyo y te prometo ser crítico en su sentido literario, para contraponer un poco tu comentario que no me dice mucho acerca de un criterio sólido; no evidencies que lo que he escrito sobre las mafias te alude. Contesta de forma inteligente ¿O es que también te da pereza? Mira que estoy preparando un texto sobre esto de criticar la poesía con adjetivos, que luego intentan legitimar la tradición lírica entera; no caigas en lo mismo, eso pasa tanto en la academia como en las cafeterías de La Condesa , también en la autocomplacencia de los talleres literarios o incluso en La Casa del Poeta. Prefiero críticas que desentrañen el lenguaje y así hagan añicos al poema, la lógica poética que en la escritura más que reflejar virtudes, evidencia las carencias. Lo sabía Borges, lo saben quienes pretenden sobrepasar sus propios límites. Nuestra batalla en el sentido literario es con el lenguaje.
Saludos de Arturo Alvar
No creo que sea Eduardo quien escribió esto.
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