viernes, 12 de marzo de 2010

Juárez, cada vez más cerca



Por la tarde, después de un arduo día de traslados y atisbos, de reconocerse en movimiento hacia algo que sentimos como un valor común, una necesidad imperante de detener la barbarie, quedé de verme con Oveja Negra en Bellas Artes. Colgué el teléfono y salí corriendo. Ella se encontraba con un amigo grafitero y otras dos personas que le habían hecho una entrevista; de echo entramos al metro para hacer unas tomas de ella improvizando rimas de protesta entre los vagones, para sorpresa de los transeúntes: "póngase trucha", decía en algún momento. Salimos, luego nos adentramos en las calles del Centro Histórico hasta llegar al departamento de Victoria donde estaban reunidos ya mis compas del colectivo. Comenzamos a platicar sobre la intensión de ir a Juárez a grabar el trabajo cultural de los artistas y colectivos de jóvenes. Pero resultó que estábamos frente a una circunstancia tal que requirió sacar la cámara y comenzar a grabar el testimonio de Oveja Negra.

"A los militares ya los tenemos frente a nuestras narices", señaló la cantante, con las manos muy cerca de su rostro. Habla acerca de la militarización creciente, los criminales que tienen secuestrada la ciudad; la impunidad que ronda por las calles de Juárez, mientras en este país "no pasa nada". Venimos a pedir ayuda, llegó a decir Susana en algún momento, muchos sentimientos se le habían juntado y se soltó a llorar. Y es que desde el lunes 8 llegó a la Ciudad de México acompañando a las madres de los estudiantes masacrados el pasado 31 de enero de 2009 en Villas de Salvácar, para pedir justicia no sólo para ellas, sino para los habitantes que resisten en esta ciudad, a quienes les han arrebatado sus espacios y su tranquilidad; "ciudadanos, heróicos", como dice el profesor Carlos Murillo en su Artículo "Ciudad Juárez, periferia de México", publicado en el número 5 de la revista Sapiencia. Aunque estábamos filmando la entrevista, las palabras de Oveja conmueven a mis compas, ahora comprenden lo que sentí al escucharla cantar en la Casa del Teatro, junto con las madres que a pesar del dolor, el deseo de justicia las lleva a alzar la voz y denunciar la impunidad que prevalece en este país.

Había acudido a distribuir sapiencias al Foro convocado por la comunidad teatral, "Primero la Justicia, Voces por Juárez", donde se llegó al unánime acuerdo de crear un Foro a nivel nacional, permanente a través de los medios y como un Encuentro social en Juárez programado en los próximos meses, que integren las demandas en un solo movimiento, donde se den a conocer distintas experiencias de lucha en contextos de violencia de estado y del poder fáctico;

Así también durante el Foro, además de las lecturas testimoniales y la mesas de discusión, se abrieron comiciones, una es la de asuntos internacionales. Me parece pertinente realizar, en este sentido, un diagnóstico sobre maquiladoras de la ciudad -algo que según veo, el profesor Manuel Arroyo estaba realizando antes de que lo mataran-, determinando la inversión en Seguridad Nacional que en la ciudad, en el estado y en toda la frontera existe- desde los recursos que otorgado a las presidencias municipales fronterizas hasta el Plan Mérida, hasta la investigación de tecnología de contenido militar-, tomando en cuenta la producción que forma parte del complejo industrial estadounidense. Desde los sindicatos se puede dar esta lucha y desde los trabajadores reivindicar, aquí y del otro lado de la frontera, una demanda constante para resarcir el daño que se ha causado por parte de las maquilas, a través del apoyo a proyectos de carácter social donde hay que atender los problemas de fondo, menos armas y más educación, por sintetizarlos de alguna manera. El trabajador fronterizo no es ese obrero que se reconoce como tal pero participa en la producción de un capital estratégico para mantener una óptica imperial, donde suena lógico que se quiera hacer del país una gran frontera. Pero la conquista de los trabajadores chicanos y mexicanos en Estados Unidos no es mínima y es donde se puede dar una identificación más viable para dar coherenia a las reivindicaciones sociales. La complicidad del gobierno de Calderón con el poder fáctico debe ser denunciado ante organizaciones internacionales, porque a la derecha le duele sobre todo la imagen que pueda tener hacia el exterior, aunque el país se esté deshaciendo literalmente.

Nos acercamos a Oveja, el compa Javier la abraza, le decimos que no está sola, que vamos a apoyarla en lo que necesiten, que podemos hacer muchas cosas si estamos organizados. "Queremos participar en este movimiento, junto con la Colektiva Fronteriza en Juárez; los colectivos de Oaxaca,; los artistas independientes de todo el país, para lograr un cambio de fondo en esta sociedad tan violenta y llena de putrefacción política".

Oveja señalaba que en estos momentos suenan absurdas las diferencias que se puedan tener entre los colectivos o al interior de ellos, se quedan cortas y parecen superficiales cuando tenemos de cara otra realidad que nos obliga a responder de manera de que se tenga en cuenta que la única forma de hacer frente a estas lógicas de los poderes fácticos, de la demagogia y la corrupción, del crimen y la impunidad, es reconocer la otredad, es ponerse en los pies del otro y ser más solidario. No es sólo una abstracción teórica, dependemos de esto para sobrevivir. En este quehacer es importante reivindicar el espacio público en ciudades como Juárez, donde no existen garantías. "En Marina Nacional pasa algo similar con el Foro Calpulli; digamos que no te matan, pero sí te asaltan, el sólo hecho de tomar el espacio público es confrontar esa lógica".

De esta manera, Oveja había dirigido la entrevista a otro plano de discusión que sólo divagar acerca del por qué el colectivo Rezizte, con residencia en Juárez, actualmente está desmembrado. "Más allá de eso, hay gente en Juárez muy creativa y valiosa, cada vez más personas que están dispuestas a participar". Para ella hay que partir de que "el miedo y el terror son los instrumentos del poder para someter al pueblo"; es ahí donde se puede incidir para que, a pesar de esto, las personas lleven a cabo un ejercicio de resistencia y de inconformidad frente a lo Irreparable. Esto es dificil en una población donde una gran parte de la población joven, ante los estragos sociales, quedan vulnerables para formar parte de las filas del crimen organizado, o su contraparte, que es participar del estado terrorista y su guerra frontal contra el narcotráfico; pero Oveja Negra no deja de generar con sus letras un discurso cada vez más social, en estos momentos donde sólo la sociedad organizada puede dar brindarnos un respiro y dar la batalla.

El científico social debe ser consecuente con la indignación social. Si se es capaz de discernir; si las herramientas teóricas le sirven para distinguir lo que realmente sucede, el siguiente paso es ponerse del lado de los oprimidos, lo que implica la conciliación del trabajo manual con el intelectual; una transformación del equilibrio sobre la producción de la realidad a decir de Gramsci. Esa es la diferencia entre un intelectual orgánico pasivo-autocensurado y un luchador social que tiene como arma al pensamiento crítico.

Las opciones se están estrechando y si no buscamos otras vías seguirán ocurriendo más y más muertes, hasta que en Ciudad Juárez no quede nada que defender y los grandes intereses del capital hayan cumplido con su voracidad, tomando el control de la urbe, a través del tráfico de armas -tanto del mercado negro como en el comercio industrial de producción armamentista que integra a México en la estrategia "binacional" de Seguridad Nacional con los Estados Unidos-; el control del mercado de drogas; el control de la fuerza laboral a través de la explotación de las manufacturas; el control por el tráfico de personas, etc. Toda una caracterización de un experimento nazi en Juárez, donde el genocidio abruma con 3 mil muertos, un terrorismo de estado porque éste es el modelo de régimen político que quieren para el todo país. Ya lo dijo el profesor Javier Guerrero, quien acaba de publicar una biografía sobre Benito Juárez, "lo que buscan estos pelmazos es desaparecer México", esa es la explicación que uno encuentra ante el absurdo de muertes que se van sumando. La frontera es el punto de encuentro donde se juntan los extremos; no sólo puntos geográficos, sino sobre todo experiencias humanas; es donde puede ser posible un cambio de fondo, a través del intercambio solidario de esfuerzos, trabajo comunitario, la autogestión del movimiento desde los distintos puntos de la República Mexicana.

Oveja Negra se siente como en casa, ya más relajada con una birria bien fría, trabajamos en el guión y en la pre-producción documental desde Juárez. Salimos rumbo al metro, en la encrucijada de direcciones nos despedimos de ella; unos tomamos rumbo al norte y a Indios Verdes; quedamos en tomarnos un pulke hoy por la tarde, aunque seguramente tendrán bastantes tareas, pues viene un autobús del Comité Universitario de Izquierda. Me comentan los compas que es impresindible hacer algo al respecto del apoyo que se requiera; me encuentro cada vez más cerca de Juárez y me siento contento de no estar solo.


FORO MADRES

Hoy próximo 12 de marzo de 2010 se llevará acabo un “Foro de madres”, en la ciudad de México, en el cual participarán diversas madres de familias que han vivido de cerca la represión , el olvido, la injusticia y la impunidad del estado .

en http://www.griterio.org

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