Fue ingresada al hospital el pasado viernes, después de sufrir un desvanecimiento en su casa, mientras corregía la última versión de sus poemarios “Una chispa del cuerpo y ya el incendio del sueño” y “Ataúd de arena”, libros que pronto verán la luz (en coedición con las editoriales Verso Destierro, Amanuense y Poetas en Construcción).
A la poeta autora de Cómo dibujando las distancias, De ser, amor y muerte, A manera de pre-texto el mar, Boceto para un palabrario, Varo entre remedios caseros, Flor simultánea al fruto y Aprender la muerte, entre otros., se le rindió homenaje por parte de proyectos y editoriales independientes, desde el año 2010, que tuvo como sedes la Feria Internacional del Libro del Zócalo, el Museo de la Ciudad de México, la Feria Internacional de Minería, el Teatro del Pueblo, y en el que estuvo acompañada de los poetas Enrique González Rojo Arthur y Max Rojas, entre otras importantes presencias.
La fecha contemplada para la clausura de su homenaje, el próximo jueves 28 de abril en el Centro Cultural España a las 19 horas, se mantiene en pie, “para conmemorar la obra tan rica e imprescindible de una poeta valiosísima como es Norma Bazúa, y ahora más que nunca, pues los poetas raras veces son reconocidos en vida, lamentablemente, según comentó el editor y poeta, Santos Velázquez.
En el portal de internet “Poesía en Sinaloa (Literatura en Latinoamérica)”, la maestra Norma Bazúa, ocupa el segundo lugar de los poetas más conocidos de su generación en el estado, sólo después de Jaime Labastida, y actualmente el Instituto Sinaloense de Cultura, prepara una antología con obra escogida de Norma Bazúa, edición que estará a cargo de la también poeta Ernestina Yépiz.
Ana Norma Bazúa Fitch nació en Los Mochis, Sinaloa, en 1928. En 1976 le otorgaron la Flor Natural de Guasave, y en 1986 fue finalista del Concurso Internacional Carmen Conde, España, y fue merecedora del premio JOMAR. Fue incluida en múltiples antologías, entre ellas, Las divinas mutantes, Diccionario biobibliográfico de escritores de México (1920-1970), 40 Barcos de Guerra y La semilla desnuda (Poesía Viva. 90 poetas, 90 poemas), 2010. El Homenaje Nacional por sus 82 años fue organizado por la Editorial Verso Destierro, Poetas en Construcción, Centro Cultural España, Amanuense, el Encuentro Nacional de Poetas y Narradores Max Rojas, Sapiencia y Metáfora (hoja de poesía).
Sobre su obra escribieron poetas ahora ya clásicos de nuestras letras. Carlos Pellicer en 1960 dijo sobre ella: “Norma Bazúa abre su ventana para que escuchemos su voz, dentro y fuera de su casa y sepamos de sus sueños, de su amor, de sus sufrimientos, de su ternura engarzados en el oro más puro de la palabra”.
Y el poeta sonorense Abigael Bohórquez: “Norma sabe qué es lo que está haciendo, hace lo que se necesita hacer y la salvan ya su constancia, su temple, su carácter, su tenacidad, su pleno conocimiento de que lo que está realizando es el mismo nacimiento del mundo”.
En 1975, Luis Rius, poeta y ensayista español, escribió: “Estas canciones de amor nos producen, al lector, al oyente, una especie de asombro luminoso….palabras que han sido capaces de revelarnos una verdad a tal grado profunda, son palabras que cuentan al mismo tiempo que cantan… Palabras poéticamente consumadas”.
Para la poeta y ensayista Aurora Marya Saavedra: “Lo especulativo y lo formalista, no tienen cabida dentro del espectro creativo de Norma, poeta existencial y esencial, en quien se guarda una infinita pasión por la belleza… dictada por una inteligencia amplia y disciplinada que es la suya”.
Y recientemente en la Feria Internacional del Libro en el Zócalo capitalino, en la apertura de su homenaje, el poeta y filósofo Enrique González Rojo Arthur dijo sobre ella: "Norma es una de las principales plumas poéticas del país. Como suele ocurrir por estos litorales con artistas que han cuidado su independencia como la niña de sus ojos, no ha sido suficiente leída, ni publicada, ni puesta en el conspicuo lugar que le pertenece. Las cosas, sin embargo, tendrán que cambiar, ya que la importancia de su producción, la pujanza de su numen y el dominio de un palabrario que ya no es un mero boceto, exigen de manera imperiosa que el círculo de sus lectores se amplíe drásticamente y que los críticos vuelvan los ojos hacia un manantial en que un lirismo exaltado pero al mismo tiempo ceñido irrumpe a borbotones”.
El cuerpo de la poeta Norma Bazúa será trasladado a Los Velatorios del ISSSTE, avenida San Fernando 517, delegación Tlalpan, y será velado a partir de hoy a las 13 horas. Su entierro, abierto a conocidos y lectores de su poesía, el lunes 25 de abril, a las 11 horas, en el Cementerio de Tarango. Metro Barranca del muerto, subiendo por avenida Centenario.
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